La Meditación
“La pura observación es transformadora. No hay arma más eficaz que la atención.” Simone Weil
Cuanto más practicamos la concentración, relajación y meditación, con más facilidad somos capaces de afrontar los retos del día a día con la mente concentrada y en calma.
La práctica de la meditación nos permite vivir en un estado de “atención focalizada”, de “atención plena” que nos ayuda a observar la vida en alta definición. Es una gimnasia mental que genera una especial claridad en nuestras percepciones. Nos ayuda a valorar e interpretar los acontecimientos de la vida de una forma equilibrada y sin sobrevalorarlos.
La práctica de la atención focalizada no debe ser un postizo añadido en nuestra vida. Debe ser una práctica transversal que impregne todas las actividades de la vida. Solo así disfrutaremos plenamente de sus efectos. Y cuanto más la practiquemos, más intensos serán, porque más vale cantidad que calidad, es decir, lo importante será la suma de horas de meditación acumuladas.
La meditación nos permite percibir la realidad sin tensión, sin que el mundo nos quite la paz interior. Normalmente funcionamos con nuestra mente dispersa lo que provoca una percepción desenfocada y borrosa de la realidad. Así, ante un estímulo solemos reaccionar de forma instintiva, rápida, sin tiempo para reflexionar creando situaciones que no ayudan. Con la práctica constante de la meditación, seremos capaces de diseñar respuestas meditadas, eficientes, útiles y constructivas.
En ocasiones podemos sentir que la vida nos desborda y que ese incesante ruido mental no nos deja pensar con claridad. Todo esto crea y mantiene una sensación de agotamiento difícil de contrarrestar porque el simple descanso o las escasas horas de sueño no son suficientes para recuperarnos. ¡Realmente frustrante! Es el momento de parar porque la meditación contrarresta el agotamiento y la frustración.
Centra tu voluntad y tu inteligencia en la búsqueda del bien común. El AMOR crea una barrera que nos protege y nos libera de los sentimientos inútiles y destructivos. Proponte generar un estallido de AMOR en tu interior y podrás vivir manteniendo tu mente concentrada y en calma; podrás restaurar la PAZ INTERIOR.